Y llego el día. Tras varios meses de preparativos, búsqueda de patrocinadores, subvenciones, llamadas de teléfono, conversaciones, obtención de permisos, seguros y demás, nos plantamos en el puente de Corpus, el elegido para celebrar la II Edición de la DESPEÑARRUBIAS

Los días previos a la Marcha, jueves y viernes fueron de intenso trabajo: preparación de bolsas para los participantes y colaboradores, preparación de la comida, el escenario, marcaje de caminos, cierre de inscripciones. Una tarea estreante en la que participa todo el pueblo de Caracenilla, y todo ello para conseguir que esté todo a punto para el 5 de junio.

Sábado. Dos horas antes estábamos ya en la plaza dando los últimos retoques, repartiendo dorsales y dando las últimas instrucciones a Protección Civil, Guardia Civil y Asistencia Sanitaria. Todo listo para comenzar. Cruzamos los dedos para que todo salga bien y sin incidentes. Ni una nube en el firmamento, se teme un calor intenso. Diez en punto, con puntualidad británica empieza la marcha. Salida neutralizada con Protección Civil a la cabeza y detrás...detrás un montón de corredores cada uno con un montón de colores de sus respectivos clubes. Un pelotón multicolor donde destaca por encima de todos el color naranja, el NARANJA de nuestro flamante maillot oficial de la DESPEÑARRUBIAS, y todo sea dicho, confeccionado para la ocasión, que elegancia, por fin unidos todos bajo un mismo color.

Miro al cielo y ni rastro de nubes. La Marcha comienza con un ritmo endiablado dirigiéndose hacía todos y cada uno de los puntos, controles y avituallamientos previstos. Todos montados a la perfección, todos cumpliendo con sus cometidos perfectamente.

Mi misión es ir controlando el ritmo de la carrera, el horario, cierre de controles, todo va saliendo según lo previsto. Vuelvo a Caracenilla acompañando a la Marcha Corta. Allí la organización sigue con los preparativos de la comida, la música, la bebida, el speaker...Pregunto a la Asistencia Sanitaria. Ningún incidente grave, todo bajo control, algo de betadine gastado, pero nada relevante. Sigo mi ascenso hacía el Peñarrubias para encontrarme de nuevo con la Marcha, siguen sin llegar esas nubes que nos tapen este sol sofocante que estamos padeciendo, pero es un mal menor.

Al final entrada neutralizada en el pueblo con un cálido recibimiento del público asistente y fiesta final con regalos, comida, bebida, besos, abrazos, risas, charla, colegueo... En este tipo de marchas esta fiesta final es tan importante como la propia ruta ya que, además de estrechar lazos entre los participantes, sirve a la organización para sondear y sacar conclusiones, detectar fallos y recibir críticas, sugerencias y por supuesto felicitaciones.

Y todo esto se ha conseguido, una vez mas, gracias al pueblo de CARACENILLA , a toda su gente, que se vuelca y trabaja para que sea posible y podamos disfrutar un día de bici en un ambiente festivo y distendido.

A todos muchas gracias, a Caracenilla, a los controles, al avituallamiento, al speaker, a las mujeres de la comida, a cada voluntario que ha colaborado. Por supuesto a los patrocinadores, os agradecemos desde aquí el esfuerzo que ponéis en nuestro pequeño proyecto. Todo esto no había sido posible si no estuvierais ahí, y por su puesto nos nos olvidamos de dar las gracias a los protagonistas de la Despeñarrubias, vosotros los corredores que participáis, para vosotros es todo este esfuerzo, para que la "DISFRUTIS".

Muchas gracias...

... Y nos vemos en la próxima.